Verificar la calidad del agua de las piletas de uso recreativo es algo importante desde el punto de vista tanto de la salubridad de las personas, como del buen mantenimiento de las instalaciones.
El Departamento de Microbiología y de Análisis Fisicoquímicos de ISETA sugieren controlar una lista de parámetros en base a estudios previos de referencia. Entre los parámetros fisicoquímicos que se analizan estarían el color, sólidos totales, turbidez y sólidos disueltos. Los cuales nos hablan de la eficiencia de limpieza de la piscina y el buen mantenimiento de los filtros. También es importante verificar el ph, incluso como control de los kits colorimétricos de uso comercial en negocios del rubro de las piscinas, ya que un ph fuera del rango recomendado (7-7,8) puede provocar desde turbidez en el agua, formación de escamas e incrustaciones, irritación de los ojos, oídos, nariz y garganta, afectación del adecuado saneamiento, o corrosión en los metales de los accesorios de la piscina. Otros parámetros fisicoquímicos pueden ser de interés, como la dureza total, que podría generar incrustaciones, sarro y deterioro de los dispositivos filtrantes. La alcalinidad juega un papel a los fines operativos de manejo del ph, ya que si es demasiado alta dificulta las variaciones de ph.
El Cloro libre, que hace referencia a la higiene del agua, también debe mantenerse en un cierto rango. Si es muy bajo pueden proliferar microorganismos no deseados, y si es muy alto generar irritaciones o daño en trajes de baño.
En el sentido microbiológico, se sugiere verificar la potabilidad del agua, ya que esta tiene contacto con las mucosas e incluso se puede tragar (sobre todo bebés y niños).
En ISETA realizamos estos análisis y ofrecemos asesoramiento ante dudas o consultas. Recomendamos que estos sean analizados en algún momento del año en las casas particulares, y que se controlen con mayor frecuencia en piletas de uso público, gimnasios y natatorios.
Para mas info escribinos a: micro@iseta.edu.ar